El equipo de Leandro Romagnoli mostró dificultades para organizar su juego y generar oportunidades claras de gol. La situación se complicó aún más con un incidente en el que Gustavo Fernández, de Riestra, golpeó a Nicolás Hernández de San Lorenzo, lo que pudo haber sido penal, pero no se sancionó.
San Lorenzo intentó una remontada en la segunda mitad con la entrada de Adam Bareiro y Sebastián Blanco, pero sus esfuerzos resultaron insuficientes. Mientras tanto, Riestra se mantuvo sólido defensivamente y estuvo cerca de ampliar la ventaja en varias ocasiones.
Este partido representa el segundo revés para Romagnoli, quien planea hacer cambios para el próximo partido de San Lorenzo en la Copa Libertadores. La situación del equipo es crítica, ya que deben ganar para mantener sus esperanzas de clasificación.
La derrota ha generado preocupación entre los aficionados y críticas hacia la gestión del equipo, especialmente en un momento tan crucial de la temporada. La falta de eficacia ofensiva y la controversia arbitral son aspectos que San Lorenzo necesita abordar de inmediato.
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