Entre los testimonios más impactantes se encuentra el de Drake Bell, quien detalla su experiencia traumática, describiendo cómo el ambiente de trabajo se veía empañado por comportamientos inapropiados y explotativos por parte de figuras autoritarias en el set. El documental muestra cómo estas prácticas eran normalizadas dentro del canal, dejando a los jóvenes actores en una situación de vulnerabilidad y desprotección.
La producción del documental también pone en foco las falencias en las medidas de protección para los niños actores, subrayando la falta de supervisión y la ineficacia de los mecanismos destinados a salvaguardar su bienestar. Esto ha generado un llamado a la revisión y fortalecimiento de las leyes y políticas que protegen a los menores en la industria del entretenimiento.
«Quiet on Set» no solo ha resonado en Estados Unidos, donde ya está disponible en plataformas como Max y Prime Video, sino que también ha suscitado un debate sobre la necesidad de cambios globales en cómo se manejan las producciones televisivas infantiles. Aunque aún no está disponible en Latinoamérica, el impacto del documental ha cruzado fronteras, atrayendo la atención internacional sobre el tema.
El documental no solo busca exponer las injusticias pasadas, sino también impulsar una reforma significativa en la industria, asegurando que el entorno de trabajo para los niños actores sea seguro y que su dignidad y derechos sean prioritarios. La discusión que ha iniciado es un paso crucial hacia la protección efectiva de los niños en el entretenimiento.