disidentes de las FARC, excepto en tres frentes, debido a recientes
violaciones.
El gobierno de Colombia, bajo la presidencia de Gustavo Petro, anunció
el fin del cese del fuego con la guerrilla disidente del Estado Mayor
Central (EMC) de las FARC, a excepción de tres frentes que mantendrán el
acuerdo hasta el 15 de octubre. El ministro de Defensa, Iván Velásquez,
informó que la decisión fue tomada debido a repetidas violaciones del
cese al fuego por parte de la guerrilla, incluidas acciones terroristas
que afectaron tanto a la población civil como a las fuerzas militares.
Durante una conferencia de prensa, Velásquez especificó que los bloques
Magdalena Medio, Comandante Gentil Duarte y Comandante Jorge Suárez
Briceño, junto con el Frente Raúl Reyes, serán los únicos que
continuarán bajo el cese del fuego. Las fuerzas militares han recibido
la orden de llevar a cabo operaciones ofensivas contra los frentes
restantes del EMC para proteger la seguridad y el orden en el país. Esta
medida refleja el compromiso del gobierno de salvaguardar la integridad
territorial y la seguridad de los ciudadanos.
El EMC, liderado por alias «Iván Mordisco», cuenta con aproximadamente
4,000 miembros, de los cuales 2,500 están armados. Estos disidentes han
sido responsables de numerosos ataques recientes, incluyendo atentados
contra la vicepresidenta Francia Márquez y su familia en el departamento
del Cauca. Estas acciones han exacerbado las tensiones y la necesidad de
una respuesta militar más firme por parte del gobierno colombiano.
La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos
están observando de cerca estos desarrollos, ya que la situación en
Colombia sigue siendo volátil. Las negociaciones de paz entre el
gobierno y el EMC han estado en curso, pero las constantes violaciones
del cese del fuego han dificultado el avance hacia una resolución
pacífica. La decisión de finalizar el cese del fuego con la mayoría de
los frentes del EMC representa un cambio significativo en la estrategia
del gobierno para abordar la amenaza de estas guerrillas.
El fin del cese del fuego subraya la complejidad de lograr una paz
duradera en Colombia. Las autoridades deben equilibrar la necesidad de
mantener la seguridad y el orden con los esfuerzos continuos para
negociar con los grupos disidentes. La situación actual refleja los
desafíos persistentes que enfrenta Colombia en su camino hacia la paz y
la estabilidad.