El BCRA dejó de emitir dinero para financiar el déficit fiscal, adoptando una perspectiva monetaria que busca controlar la inflación. Esta nueva estrategia redireccionó la creación de moneda hacia la acumulación de reservas internacionales, una medida clave para eliminar el cepo cambiario a largo plazo.
La necesidad de acumular dólares llevó al BCRA a emitir pesos para comprar divisas en el mercado privado, acumulando más de US$ 7.654 millones desde el inicio de la gestión de Milei. Además, se emitió dinero para pagar intereses de pasivos remunerados, aunque este monto se redujo en términos reales debido a la inflación y la devaluación.
A pesar de estas emisiones, la base monetaria se mantuvo prácticamente constante, e incluso disminuyó en términos reales. Esto se debe a la colocación de Leliq/Pases y otras operaciones con el Tesoro, que contrarrestaron la emisión de dinero.
La emisión de dinero para comprar reservas internacionales se considera la más «benigna» en comparación con otros objetivos, ya que está respaldada por una liquidación de divisas por parte de quienes poseen dólares. Aun así, existe preocupación por la compulsión en la venta de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), lo que puede afectar la genuinidad de la demanda.
En resumen, a pesar de continuar con la impresión de dinero, la política monetaria de Milei ha experimentado un cambio significativo, orientándose hacia la acumulación de reservas internacionales y el control de la inflación, aunque con desafíos y riesgos presentes en la dinámica del mercado cambiario.