Habló la expareja de Íñigo Errejón tras las denuncias por abuso sexual: «Que ningún agresor quede impune»

Desarrollo: «Cuando el dolor es devastador, intentar ponerle palabras es tan difícil como sanador. Que nunca más vuelva a pasar, que ningún agresor quede impune», expresó en su cuenta oficial de X, donde compartió una extensa carta cuestionando a su expareja luego de que se conocieran los testimonios de sus presuntas víctimas.
«Íñigo Errejón y yo fuimos pareja durante varios años y, aunque llevábamos mucho tiempo distanciados, todo lo que ha ido trascendiendo esta semana me abruma y conmociona especialmente», expresó y reveló: «Porque estoy descubriendo ahora que algunos de los episodios  de comportamientos y violencia misógina denunciados por las víctimas sucedieron cuando el agresor era aún mi pareja».
La mujer se mostró conmocionada y señaló al político izquierdista como «un misógino que volvía a casa con normalidad después de agredir a una mujer de 20 años en un hotel», señaló en referencia a la denuncia de una mujer anónima realizada al medio El Salto.
«No es una novedad, porque el feminismo nos ha enseñado hace mucho tiempo que los agresores que se suelen presentar como seres monstruosos excepcionales son un padre, un hermano, un compañero de trabajo o tu expareja. Pero es sobrecogedor, porque ahora es mi vida», agregó.
«Es imposible que cada una de las personas que hemos compartido con él parcelas de nuestra vida no pensemos cómo no pudimos ver que estábamos ante alguien con esas múltiples caras, cómo pudimos cegarnos ante ese nivel de manipulación», expresó.
La expareja del acusado reprochó también que «puede resultar muy fácil y tentador poner las diferentes informaciones que han trascendido bajo un foco de obviedad que, sencillamente, no es tal» y destacó: «Ni he sido parte ni tengo constancia de ningún encubrimiento de ninguna agresión ni acción violenta, porque no lo ha habido. Más bien me siento profundamente engañada, y ese engaño resulta devastador».
«Lo importante es el dolor de las víctimas, que tienen que sentirse respetadas y acompañadas. Lo importante es erradicar las conductas y agresiones machistas de la política y la sociedad. Cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Sea quien sea el agresor, y sea quien sea la víctima. Lo importante es terminar con cada espacio de impunidad», añadió.
«Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo», escribió en su cuenta personal de X la presentadora de televisión antes de dirigirse a la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM), donde radicó la denuncia.
La acusación de Mouliaá ocurre luego de que se difundieran algunas denuncias anónimas en las redes sociales, las cuales motivaron la salida de Errejón de su banca y sus otros cargos. “He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, expresó el dirigente en un descargo en su cuenta de Instagram.
«Me agarró fuertemente de la cintura», señaló Mouliaá, quien luego comentó que él empezó a besarla «introduciéndole su lengua en el interior de su boca, dejándola sin respiración y de una forma violenta». A raíz de esto, contó se sintió muy intimidada.
Después de esa situación, la actriz manifestó que fueron a la fiesta, donde empezaron a bailar y charlar con otras personas. En un momento, sostuvo que fue «víctima de un ataque de celos» por parte del exvocero partidario, que antes de ir al festejo le había dicho que «no se alejase mucho de él; que si lo hacía no se fuera a más de veinte metros y regresara en un minuto; y que esa noche le diera un beso”.
“Me comenzó a besar y a tocar en diferentes partes del cuerpo, sobre todo en la zona de los pechos y de los glúteos”. Acorde a la denuncia a la que accedió El País, Errejón la empujó sobre la cama y “sacó su miembro viril”, por lo que Mouliaá dijo que se sintió “paralizada” y en todo momento enfatizó que fue sin su consentimiento.
Después de salir del cuarto los dos volvieron a la fiesta y el dirigente le pidió abandonar el lugar para ir a su casa, con un auto que iba a pedir. En su testimonio, sostuvo que accedió para poder terminar cuanto antes «todo lo que estaba sucediendo».
También agregó que durante el viaje su padre la llamó para contarle que su hija de un año tenía fiebre muy alta, algo que le causó preocupación pero que, según ella, Errejón «no reaccionó en absoluto» y se mostró «frío e impasible» por llegar a su domicilio.
Después le preguntó si no sabía qué era «la seducción, los tiempos y la escucha», a lo que el referente de Sumar le respondió que “eso le iba a servir para futuros encuentros», lo que provocó en la denunciante «sorpresa, repulsión y decepción”.
«Con él todo era un juego de poder, en el que él pedía y yo accedía. Me sentía mal conmigo misma, pero temía su enfado o su silencio si no hacía lo que él quería», manifestó y detalló: «Desde el primer momento él estableció las condiciones: tenía que contestarle siempre al momento, porque si no se enfadaba muchísimo, tenía que hacer lo que él le pidiera, la foto o vídeo que él deseara, sin importar dónde estuviese yo. No le podía molestar, no le podía preguntar por su vida, y sería él quien me contactara a mí».
La mujer relató que Errejón la sometió a prácticas sexuales vejatorias y que «todo iba de él y el poder». «A esas alturas hablábamos casi todos los días, me pedía vídeos y fotos desde las diez de la mañana y a esa hora ya tenían que ser con ropa sexy…Un día recuerdo haber hecho una foto de mi culo estando en el supermercado. Ahora me avergüenzo, pero entonces sentía que tenía que hacerlo», explicó.
Otro relato similar es el de «Violeta», quien habló con El Salto y expuso capturas de conversaciones con él entre 2014 y 2015, donde le enviaba mensajes del tipo «te veo demasiado ocupada» o «pon algo de tu parte». En el ámbito sexual, relató que el exdiputado era «agresivo, violento y humillante» y que nunca hubo consentimiento explícito para los actos que este exigía.
AS. cp


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