Un fuerte terremoto de 7.3 grados en la escala de Richter sacudió la región de Antofagasta, en Chile, con epicentro en San Pedro de Atacama. El evento sÃsmico, ocurrido el jueves por la noche, generó múltiples réplicas que mantienen a la población en un estado de alerta constante ante la posibilidad de un megaterremoto. Gabriel González, geólogo del Centro de Investigación para Riesgos de Desastres, explicó que estos temblores son réplicas esperables tras un evento de tal magnitud y que se espera disminuyan en los próximos dÃas.
En Argentina, especÃficamente en la provincia de Jujuy, se registró un temblor de 3.3 grados este domingo, con epicentro a 26 kilómetros al sur de Catúa y una profundidad de 198 kilómetros. A pesar de ser de menor magnitud, el sismo fue percibido por muchas personas en la región, generando inquietud y recordando la actividad sÃsmica compartida entre ambos paÃses. Las autoridades locales monitorean de cerca la situación y emiten recomendaciones para la seguridad de la población.
La historia sÃsmica de la región norte de Chile y el noroeste de Argentina destaca por su vulnerabilidad a grandes sismos. El último terremoto significativo en el norte de Chile, ocurrido en 1877, generó un tsunami, y los expertos advierten sobre la energÃa acumulada que podrÃa desencadenar un terremoto de mayor magnitud. La población permanece alerta, siguiendo las indicaciones de las autoridades para mitigar los riesgos asociados a este tipo de fenómenos naturales.
La preocupación en la población es palpable, especialmente después de que el terremoto del jueves dejó una vÃctima fatal debido a problemas de salud durante el evento. Aunque en Argentina no se reportaron daños ni vÃctimas, los habitantes de Jujuy y Salta experimentaron el fuerte sismo, aumentando la percepción de riesgo. Las réplicas, aunque esperadas, han mantenido la incertidumbre en la región.
Finalmente, las autoridades chilenas y argentinas continúan en vigilancia constante, atentos a cualquier cambio en la actividad sÃsmica que pueda indicar un aumento del riesgo. La cooperación entre ambos paÃses es esencial para enfrentar estos desafÃos naturales y proteger a la población ante posibles futuros eventos sÃsmicos.