En su discurso, Rosatti también se refirió con ironía a recientes declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo. Comentó que, aunque Caputo garantiza una recuperación económica sin sobresaltos, la realidad que enfrenta el sistema judicial es distinta, ya que las condiciones económicas afectan indirectamente el flujo y la complejidad de los casos que llegan a la Corte. Esta observación refleja una tensión entre las promesas económicas del gobierno y los desafíos prácticos enfrentados por otras instituciones
El juez destacó que la eficiencia de la justicia no solo depende de la cantidad de jueces y personal judicial, sino también de la implementación de reformas que modernicen el sistema y reduzcan los tiempos procesales. Rosatti instó a una mayor colaboración entre los poderes del Estado para facilitar estas mejoras necesarias, subrayando que sin un apoyo estructural y recursos adecuados, la Corte seguirá enfrentando dificultades para cumplir con su función
Además, Rosatti abordó el impacto de las decisiones económicas en el sistema judicial, señalando que la inflación y la devaluación afectan directamente a los ciudadanos y, por ende, incrementan la litigiosidad. Esta situación genera una carga adicional para la Corte, que debe gestionar un número creciente de disputas relacionadas con problemas económicos y financieros
Para concluir, el juez reafirmó su compromiso de trabajar en pos de una justicia más eficiente y accesible, llamando a una acción conjunta entre el Poder Judicial y el Ejecutivo para superar los obstáculos actuales. Rosatti subrayó que, aunque los desafíos son significativos, con una estrategia coordinada se pueden lograr mejoras sustanciales en el sistema judicial