La quita de aranceles incluye productos clave como la urea y el nitrato de amonio, los cuales son cruciales para el desarrollo agrícola. Además, se redujeron significativamente los aranceles para herbicidas importantes como el glifosato. Esta acción forma parte de una estrategia más amplia para mejorar la competitividad del sector agrícola argentino.
Con esta medida, el gobierno espera no solo aumentar la producción agrícola sino también mejorar la calidad del trigo argentino. El objetivo es cerrar las brechas en rendimiento y calidad, que son cruciales para mantener la competitividad en los mercados internacionales.
La iniciativa ha sido bien recibida por entidades agrícolas, como la asociación Fertilizar, que destacó la importancia de esta decisión para la planificación y ejecución de las actividades agrícolas. Se enfatiza que el timing es crítico en la agricultura y que medidas como estas pueden influir significativamente en las decisiones de los productores.
En resumen, esta reducción de aranceles se ve como un paso positivo hacia la optimización de los recursos agrícolas del país, ofreciendo a los agricultores herramientas más accesibles para maximizar su producción y eficiencia.
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