Victoria Vannucci y Matías Garfunkel Finalizan su Matrimonio; Futuro Incierto para el Empresario

Victoria Vannucci y Matías Garfunkel, tras años de separación de facto, han formalizado su divorcio. Este proceso se gestionó bajo las normas del rito judío, con la intervención de la cúpula rabínica, quienes solicitaron a Garfunkel que concediera el divorcio. Garfunkel, cuya situación financiera se ha deteriorado notablemente, ahora vive en condiciones modestas, dependiendo del apoyo financiero de la comunidad para mantenerse.

La separación se concretó a través de la Ketubah, un contrato nupcial que proporciona seguridad económica a la mujer en caso de divorcio. Garfunkel ha dejado la residencia familiar y se ha mudado a un departamento pequeño proporcionado por los rabinos, quienes también asisten en el sostenimiento económico de sus hijos.

Esta transición representa un cambio drástico en la vida de Garfunkel, quien anteriormente disfrutaba de un estilo de vida lujoso. La comunidad judía ha intervenido para asegurar el bienestar de los hijos del matrimonio, financiando sus necesidades básicas mientras Garfunkel se enfrenta a la pérdida de su patrimonio previo.

Además de las dificultades personales, este divorcio plantea desafíos legales y financieros significativos para Garfunkel, especialmente relacionados con la futura sucesión de sus bienes. Este apoyo comunitario es temporal, con la expectativa de que Garfunkel eventualmente reembolse los fondos recibidos.

La historia de Vannucci y Garfunkel, con su dramático giro financiero y personal, continúa captando la atención mediática y plantea interrogantes sobre el futuro económico y personal de ambos.

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