La estrategia del Gobierno incluye un llamado a los supermercados y productores de alimentos para revisar sus listas de precios, argumentando que los costos calculados con un dólar a 1.300 han quedado desactualizados tras la reciente apreciación de la moneda nacional. Este esfuerzo se ve complementado por la promoción de rebajas de precios en cadenas de retail, destacando el compromiso de grandes supermercados que anunciaron ajustes significativos en los precios de productos clave, movimientos estos que buscan no solo aliviar la carga sobre los consumidores sino también influir positivamente en las mediciones de inflación del INDEC.
Además, el gobierno se enfrenta al desafío de mantener su base de apoyo en un entorno de creciente descontento social, agudizado por el aumento en las tarifas de servicios y el costo de vida en general. La necesidad de buenas noticias es palpable, más aún cuando las suspensiones y despidos en sectores como la construcción y la industria automotriz comienzan a hacerse sentir. La acción de Caputo y su equipo busca, por tanto, no solo mitigar el impacto inflacionario sino también fortalecer la percepción pública sobre la gestión económica del gobierno.
El plan de acción se ve reforzado por el diálogo abierto con empresas y comerciantes, instándolos a ajustar sus precios en respuesta a la nueva realidad económica. Esta medida, junto con el monitoreo activo del Sistema Electrónico de Publicidad de Precios (SEPA), tiene como objetivo asegurar que los esfuerzos del gobierno se traduzcan en una reducción tangible del costo de vida para la población. Asimismo, se busca enviar un mensaje claro a los mercados de que no se anticipan nuevas devaluaciones, intentando así estabilizar las expectativas inflacionarias.
En este esfuerzo, el gobierno también apunta a tener un impacto positivo en las próximas reuniones con organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, buscando no solo demostrar un compromiso con la estabilidad económica sino también negociar apoyos financieros que permitan continuar con las políticas de ajuste sin generar malestar social. El escenario político internacional, particularmente las próximas elecciones en Estados Unidos, también juega un papel en la estrategia económica, sugiriendo que las decisiones tomadas no solo responden a necesidades internas sino también a un contexto global complejo.
Finalmente, el reto para el gobierno de Milei y Caputo no se limita a controlar la inflación sino también a convencer a la ciudadanía y a los observadores internacionales de la viabilidad de su modelo económico en el largo plazo. Con el informe del INDEC sobre el índice de precios de marzo y las proyecciones para abril en