Se espera que Mauricio Macri sea elegido presidente del partido en un próximo proceso interno, a pesar de alguna oposición inicial de Horacio Rodríguez Larreta. Se percibe un cambio en la actitud de Macri hacia Milei, reconociendo la autonomía de LLA y manteniendo distancia. Patricia Bullrich, aunque presidirá la asamblea, queda marginada de influencia en el gobierno de Milei.
El análisis psicológico sobre Milei indica que no está loco, pero es visto como alguien que no se preocupa por los costos políticos y desatiende aspectos cruciales de la gestión cotidiana. Se critican las políticas de austeridad, que se lograron a costa de sectores vulnerables. Los gobernadores del PRO señalan la falta de atención a temas como la pobreza extrema y la situación del dengue.
En cuanto a la relación entre el PRO y Milei, este último sugiere una alianza electoral para 2025, pero el PRO rechaza esta idea argumentando que falta mucho tiempo y que los candidatos de Milei han perdido en varias provincias. Por ahora, la estrategia del PRO es apoyar algunas iniciativas del gobierno en el Congreso pero sin comprometerse demasiado.
Se plantea la posibilidad de que el PRO y Macri se posicionen como una alternativa en caso de un colapso del gobierno o de Milei. Aunque los dirigentes niegan esta idea, se percibe un ambiente de preparación por si se presenta esta oportunidad.
