Otra designación que ha causado revuelo es la de Federico Sharif Menem, sobrino del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Este joven de 23 años ha sido nombrado director general de la Secretaría Privada de la Presidencia de la Cámara de Diputados, con una remuneración mensual considerable. La decisión de Menem ha sido objeto de críticas, ya que algunos cuestionan la idoneidad del nombramiento y sugieren posibles conflictos de interés.
El presidente Milei ha sido acusado de favorecer a militantes y simpatizantes de su movimiento político, generando así una nueva élite política con sueldos millonarios. Este fenómeno ha sido denominado como la «nueva casta política», caracterizada por la falta de experiencia laboral y la vinculación a redes sociales, especialmente Twitter. La falta de transparencia en los nombramientos y la aparente falta de criterios objetivos para la selección de personal han generado preocupación entre la opinión pública.
Las críticas también han surgido en relación con la falta de diversidad y representatividad en los nombramientos. Algunos sectores de la sociedad cuestionan si estas designaciones reflejan verdaderamente la diversidad del país y si se están considerando adecuadamente los méritos y capacidades de los candidatos. Además, se ha puesto en tela de juicio si estas decisiones están en línea con los principios de meritocracia y transparencia que deberían regir la función pública.
En medio de estas críticas, se espera que el gobierno de Milei brinde explicaciones claras sobre los criterios utilizados para las designaciones y tome medidas para garantizar la idoneidad y la transparencia en los procesos de selección. La sociedad está atenta a cómo se desarrollará esta situación y qué medidas tomará el gobierno para abordar las preocupaciones planteadas.