Por otro lado, el estreno de «Santa Evita» en El Trece, protagonizado por reconocidas figuras como Natalia Oreiro y Darío Grandinetti, generó grandes expectativas. A pesar de la competencia, logró un destacado lugar en su franja horaria. Esta serie, que relata la historia de Eva Perón de una manera única, demostró que las producciones nacionales tienen el potencial de captar y sostener la atención del público, ofreciendo una alternativa sólida a los formatos de entretenimiento más tradicionales.
En lo que respecta a los ratings generales, Telefe mantuvo su liderazgo con un promedio total de 10.3, seguido por El Trece, que se quedó con un promedio de 5.2. Estos números no solo reflejan la preferencia de los espectadores por determinadas temáticas y formatos sino también la fidelidad hacia ciertas cadenas televisivas. La estrategia de programación de Telefe, centrada en una mezcla de reality shows, noticias y telenovelas, parece haber encontrado la fórmula para mantenerse en la cima.
Además del éxito de Gran Hermano, otros programas como «Escape Perfecto» y «GH Directv DGO Presentan: Espiando la casa» también se destacaron por sus altos índices de audiencia. Esto indica que la combinación de entretenimiento, competencia y voyeurismo sigue siendo un gancho efectivo para atraer a los televidentes. En contraparte, El Trece apuesta por un contenido más variado que incluye noticias, telenovelas y juegos, buscando capturar diferentes segmentos del público.
Por su parte, en el ámbito de los canales más pequeños, Bendita en El Nueve y LAM en América TV sobresalieron dentro de sus respectivas ofertas, demostrando que, a pesar de tener presupuestos más limitados en comparación con los grandes jugadores, es posible destacar y construir una audiencia leal. Estos programas han logrado establecerse como espacios de referencia dentro de sus segmentos, aprovechando el carisma de sus conductores y la actualidad como principales herramientas de atracción.
En conclusión, la televisión argentina continúa siendo un espacio de constante evolución y competencia, donde tanto los nuevos lanzamientos como los formatos consagrados luchan por captar la atención de un público diverso. Los números de rating no solo reflejan los hábitos de consumo de los espectadores sino también las tendencias que moldean la industria. Con propuestas que van desde el reality show hasta la dramaturgia histórica, la televisión argentina demuestra su capacidad para renovarse y mantenerse relevante en la cultura popular del país.