El alcance de esta medida es claro: afecta a aquellas personas no argentinas que se encuentren en el país de manera temporal o que tengan una residencia precaria o no permanente. La provincia de Salta se hace cargo de los gastos ocasionados por la atención sanitaria, salvo en situaciones de emergencia donde la gratuidad está garantizada.
El gobernador Sáenz justifica esta medida argumentando que los extranjeros deben contribuir a solventar los gastos generados por su atención médica en los hospitales de la provincia. Esta decisión ha generado polémica en otros sectores del Gobierno Nacional, aunque se enfatiza que busca garantizar la solvencia del sistema de salud público salteño.
Para el Gobierno de Salta, esta medida se vuelve crucial en medio de la crisis económica que atraviesa Argentina y los recortes en las transferencias nacionales. Se resalta la necesidad de racionalizar eficientemente los recursos disponibles, considerando los costos de insumos, medicamentos y elementos necesarios para la atención en centros de salud.
Además, se denuncian los «tours sanitarios» de ciudadanos de países limítrofes que buscan atención gratuita en hospitales salteños, lo que añade presión al sistema de salud provincial. Esta situación evidencia la importancia de medidas que garanticen la sostenibilidad financiera y la equidad en el acceso a la atención médica.
En resumen, la decisión del gobernador Sáenz de cobrar la atención sanitaria a extranjeros no residentes en Salta busca asegurar la solvencia del sistema público de salud, en medio de una coyuntura económica complicada y la presión de demanda extranjera en los servicios médicos de la provincia.